1 de octubre de 2012
Dejando las tonterías de lado
Muchas veces nos preguntamos las razones del porque tomamos ciertas decisiones en los momentos menos apropiados; cuando las emociones afectan nuestro raciocinio y al final, somos nosotros mismos y quienes nos rodean los principales afectados.
Sólo es necesario tranquilizarse mientras ocurren los eventos, callar esa tormenta de ideas que nublan la razón y alejarnos por unos minutos..... esto sería lo ideal, pero son pocos los que logran tener autocontrol de sus impulsos de decir lo primero que se nos cruza por la mente........
Muchas veces me ha pasado esto, tantas que ya he perdido la cuenta, pero a pesar de las malas decisiones, de las palabras hirientes y las acciones que matan cualquier intento de reparar los daños; el tiempo, nos da ciertas oportunidades para enmendar los errores del pasado, está dentro de cada quien, reconocer estos preciados instantes; siempre y cuando seamos consientes de las consecuencias que nuestros males han provocado en los "otros".
Requiere de cierta madurez para reconocer el mal actuar del pasado, y saber que no siempre con disculpas elaboradas o acciones de redención, obtendremos el fin que buscamos: El perdón. Pero de algo sí debemos de estar seguros, con solo doblegar nuestro orgullo ante el ofendido, nuestra alma se irá desprendiendo de ese gran peso de culpa que ha tenido que sobrellevar por todo ese tiempo en que duro el conflicto.....
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