12 de noviembre de 2012

Un gusto al paladar, un deleite de pupilas

Deliberadamente supe que no sería buena idea
y aún así, me permití un instante de fantasía,
es posible que no salga bien librada
pero pienso disfrutar mientras la burbuja no explote.

No te puedo culpar, todo me advertía, que con ciertas
cosas, no se debe jugar; que era una danza peligrosa,
un laberinto que te consume....

Mientras mis labios callan, suelo observar todo con detalle
cada mirada, cada risa, cada frase dicha sin querer,
guardo en la memoria, las sensaciones de cada acción
y cada reproche. ¡Suele ser así de complicado!

Creo más bien que la complicada soy yo....

Aún disfruto el sabor de esos ojos arrebatadores que revelan 
tantos secretos, como lo que tus labios callan cada día.
No sé si es por temor, picardía, mentira o vanidad que cada
actos está ejecutado con tanta precisión, que suelo crear en mi mente
la idea de que eres un simple ladrón de corazones.





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